Creatividad y multipotencialidad

Hace poco conocí el concepto de multipotencialidad, de hecho fue lo que me llevó a crear esta web, que en sí mismo fue un ejercicio de aceptación de todas mis potencias que son las que han dado pie a mis diferentes experiencias profesionales.

En el ámbito profesional del sector creativo y cultural, el ejercer múltiples disciplinas es un ejercicio mal visto, sin embargo, en los países latinoamericanos muchas veces nos toca por fuerza desplegar todos nuestros saberes y diversificar nuestra oferta de servicios en busca de ganarnos el pan en el ámbito creativo. Tal vez por esta misma razón es mal visto, porque puede ser tomado como un indicador de que no se ha alcanzado el éxito en una única cosa.

Es bien sabido que no solo en nuestros contextos existe una necesidad de diversificación de servicios para poder competir en el mercado. Cuando el producto o servicio es una persona creativa o artista, se requiere que esta desarrolle múltiples habilidades, incluso algunas menos deseadas pero que son mejor pagadas o que permiten el desarrollo de esas otras que son menos remuneradas. Así es que muchas veces nos toca forzosamente asumirnos como personas con múltiples habilidades.

Pero aparte de los entornos altamente competitivos y poco dignificantes de nuestras latitudes, quiero poner en reflexión varios puntos sobre el concepto y el fenómeno de la multipotencialidad, que se relacionan más con el deseo, los intereses y la autenticidad del ser.

Como lo expuso Emilie Wapnick en el 2015 en una charla Tedx que le dio una alta popularidad al concepto, las personas multipotenciales tenemos varios intereses, una mirada transdisciplinar y una capacidad de viajar de un conocimiento a otro de manera profunda. El punto central de esto es que nuestra inquietud está motivada por nuestra curiosidad.

Las personas multipotenciales sabemos que hacemos varias cosas porque nos apasionan todas, porque nos vemos a nosotras mismas en movimiento y queremos ser fieles a nuestro concepto de plenitud. Y en efecto, como lo mencionan Rysiew, Shore y Leeb (1999), tenemos numerosas y diversas capacidades e intereses, y sobre todo avidez por aprender.

Sajjadi, Rejskind y Shore (2003) mencionan que las variables clave de la multipotencialidad son cuatro: capacidad, interés, motivación y oportunidad. Es decir, hay un porcentaje de factores externos que promueven el “éxito” -o el “adentramiento”- en el desarrollo de diferentes habilidades o potencias, que permiten oportunidades de crecimiento.

Los entornos estimulantes son un caldo de cultivo para desarrollar nuestras potencialidades y crear nuevas intersecciones donde surge la innovación. Y sin duda somos personas buscadoras de oportunidades para adentrarnos en nuestras diferentes potencias.

Estos autores mencionan que si bien la multipotencialidad puede ser una ventaja si se le da un enfoque adecuado, es decir, un entorno más o menos fértil, también puede ser motivo de dificultades y de lo que muchas veces hemos vivido: sentir que no encajamos en lo que se espera de nuestros futuros profesionales.

A este respecto la charla de Wapnick ha tenido tanto éxito debido a que nos ha sido un ungüento que aliviana la carga social de la expectativa de ultra especialización y de unidireccionalidad en el camino vocacional. Y por eso estoy escribiendo esto: nunca es tarde para aceptar que no hay algo errado en nosotras, al contrario; se nos fue dado un regalo.

El regalo de explorar los intersticios a profundidad y proponer miradas poco usuales. Especialmente en el ámbito artístico, que se ha permeado tanto de las dinámicas capitalistas ultra especialistas, y que es un espacio en el que los diálogos disciplinares enriquecen el quehacer.

Nos insto a abrazar nuestra propia diversidad interna, nuestras pasiones, y a seguir nuestra curiosidad fielmente. A la vez de buscar formas en que estas búsquedas nos lleven a caminos de crecimiento y no de auto explotación. Este punto medio es muy sensible y es crucial para mantener nuestra inspiración y nuestra salud física y mental.

Como tanto lo menciona Byung-Chul Han, hemos introyectado las dinámicas del mercado y muchas veces creemos que el multitasking es el requisito para nuestra plenitud profesional. Sin embargo, multipotencialidad no es multitasking. La diferencia se da en el manejo del tiempo. La multipotencialidad implica -siguiendo un concepto de este mismo autor- demorarse, ir a lo profundo, y explorar los límites y los intersticios, no cambiar vertiginosamente de un frente a otro.

Este momento de mi vida y este sitio web es un intersticio en donde, desde las profundidades que me he permitido, hoy me pongo al servicio como directora creativa, con la experiencia de estudiar y dedicarme a varias áreas creativas, y desde la comprensión de que la dirección es como ver las cosas con un tercer ojo que permite tomar distancia y estar adentro al mismo tiempo.

Gracias por acompañarme en este compartir de ideas, y recuerda que tu curiosidad es tu brújula. Hazle caso. Nos seguimos viendo por aquí.

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Han, Byung-Chul. (2020). La Desaparición de los Rituales. Una topología del presente. Herder Editorial.

Rysiew, K. J., Shore, B. M., & Leeb, R. T. (1999). Multipotentiality, giftedness, and career choice: A review. Journal of Counseling and Development, 77(4), 423–430. doi: 10.1002/j.1556-6676.1999.tb02469.x

Sajjadi, S. H., Rejskind, F. G., & Shore, B. M. (2003). Is Multipotentiality a Problem or Not? A New Look at the Data. High Ability Studies, 12(1), 27-43. doi: 10.1080/13598130124556

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